- 29 Septiembre 2016
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Consigue traslado a una Residencia de Mayores cercana a donde residen sus familiares.
El interesado nos exponía su grave situación. Nos informaba que hacía dos meses le habían tenido que amputar las dos piernas y que también tenía problemas de corazón. No tenía familiares, y sus cuatro hermanas eran mayores de 80 años por lo que no podían ocuparse de él.
Tenía una pensión de 630 euros mensuales. y desde que salió del hospital estaba en una residencia malagueña. Le habían informado que a partir del 10 de junio debían enviarle a otra residencia en un pueblo de Málaga lo que impedirá a su familia visitarle.
Solicitaba nuestra intervención para que se agilizase la elaboración del PIA y pudiera quedarse con una plaza concertada en una residencia de Málaga capital.
Nos dirigimos a la Delegación Territorial de Igualdad, Salud y Políticas Sociales en Málaga y a la Delegación de Asuntos Sociales del Ayuntamiento de Málaga. Del contenido de ambos informes se desprendía que se había producido una actuación ágil y coordinada por parte de ambos organismos para atender la situación, que requería una solución urgente tras el alta hospitalaria del interesado, dada la imposibilidad que presentaba por las secuelas físicas de su enfermedad para manejarse con autonomía.
No obstante lo anterior, el interesado puso de manifiesto que, al parecer, por parte de la Dirección de la Residencia en la que residía, atendiendo a su demanda, el 28 de septiembre se solicitó a la Delegación Territorial el traslado a otra residencia de Málaga, sin que hubiese recibido todavía comunicación para trasladarse de residencia por cercanía familiar ya que la actual se encontraba a 30 kilómetros de la capital.
A la vista de esta nueva comunicación del interesado, volvimos a dirigirnos a la Delegación Territorial solicitando se nos informase acerca de si, en efecto, constaba la solicitud de traslado de residencia, trámite dado a la misma y previsiones temporales para que pudiera hacerse efectiva.
En su respuesta confirmaban que con fecha 28 de septiembre de 2015 tuvo entrada la solicitud de traslado y que actualmente el procedimiento se encontraba en tramitación. También nos informaban que existía una gran demanda de plazas en el ámbito de Málaga capital. No obstante, teniendo en cuenta que el interesado solicitaba traslado a la una residencia pública concreta, y ante la inexistencia de plaza en la misma, podrían ofrecerle un centro alternativo próximo geográficamente cuando existiese disponibilidad.
Puestos en contacto con el promotor de la queja nos indicó que por fin hacía tres semanas le habían concedido el traslado a una nueva plaza en el Centro de Personas Mayores solicitado.
Resuelto, pues, el asunto que motivó la queja, dimos por concluidas nuestras actuaciones.
Tras la actuación del Defensor del Pueblo Andaluz, tanto la Mancomunidad de Municipios del Bajo Andarax, la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, la Diputación Provincial de Almería y el Ayuntamiento de esta ciudad han mantenido reuniones para agilizar la ejecución de la EDAR El Bobar, en Almería, y así disminuir el mal estado de las aguas que actualmente llegan sin depurar a la desembocadura del río Andarax.
El Defensor del Pueblo Andaluz ha venido tramitando esta queja a instancias de un grupo municipal del Ayuntamiento de Almería, con motivo de la proliferación de mosquitos y malos olores a consecuencia de la acumulación de aguas residuales sin depurar en la desembocadura del río Andarax, provocando diversas incidencias en vecinos de El Puche, Los Molinos, Torrecárdenas, Recinto Ferial y Villa Blanca, de la capital almeriense. Tras recabar informes del Ayuntamiento de Almería, de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio y de la Mancomunidad de Municipios del Bajo Andarax, detectándose diversos incumplimientos en materia de infraestructuras de depuración de aguas residuales, vertidos y cumplimiento de compromisos adquiridos, atribuibles, de una u otra forma, a todas las Administraciones implicadas, dirigió a todas ellas Resolución consistente, en síntesis, en Recordatorio de la obligación legal de ajustar las relaciones entre Administraciones Públicas a los principios de colaboración, cooperación, servicio a los ciudadanos y buena administración, así como Recomendación para que, a la mayor brevedad posible, se proceda de manera urgente a acordar una reunión entre Ayuntamiento, Consejería, Mancomunidad y Diputación Provincial, a fin de tratar las diversas causas de la proliferación de mosquitos, malos olores y otras alteraciones medioambientales en la desembocadura del río Andarax, y sus posibles soluciones y trabajos a desarrollar por cada Administración implicada para solventar, aunque sea puntualmente, esta problemática. Ello, sin perjuicio de que ya estén en marcha los trabajos de la EDAR El Bobar con los que, en principio, pueda solventarse definitivamente este problema.
De las respuestas que nos remitió la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio y la Mancomunidad del Bajo Andarax a esta resolución entendimos que habían aceptado nuestros pronunciamientos.
En concreto, la citada Mancomunidad nos había respondido que “se tiene en cuenta la Resolución dada en su atento escrito, a fin de mantener reuniones, con el Ayuntamiento de Almería, Junta de Andalucía y Excma. Diputación Provincial de Almería, de hecho, en el día de hoy se mantendrá una reunión con el Sr. Alcalde a fin de abordar y solucionar el vertido de las aguas residuales al lecho del Andarax”. Además, también nos decía que “Igualmente ya se ha solicitado reunión con el Ilmo. Sr. Presidente de la Excma. Diputación Provincial de Almería, encontrándose a la espera de que se nos facilite día y hora”; y, finalmente, que “Así mismo comenzamos con las gestiones necesarias, a fin de lograr la cooperación necesaria entre todas las administraciones implicadas”.
Por su parte, la Consejería nos indicó, entre otras cosas, que la puesta en servicio de la obra de ampliación y mejora de la EDAR “El Bobar”, que daría solución definitiva a este problema, estaba prevista para marzo del presente año 2016, aunque antes se iba a instar a una reunión entre las partes en la que la Consejería iba a estar representada por la Delegación Territorial en Almería. En el marco de dicha reunión se iba a abordar también el problema de la acumulación de mosquitos, malos olores y otras molestias.
En cuanto a la Diputación Provincial de Almería nos trasladaba la disposición de la misma a participar en cualquier iniciativa que pudiera contribuir a solucionar el problema de fondo expuesto.
En cuanto al Ayuntamiento de Almería nos respondió, en esencia, informándonos que se habían mantenido diversas reuniones entre representantes municipales, de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio y de la Mancomunidad de Municipios del Bajo Andarax “donde los intervinientes se comprometieron a acelerar, en la medida de sus posibilidades, los diferentes aspectos necesarios para la resolución definitiva del problema que nos afecta”.
Por tanto, dimos por concluidas nuestras actuaciones en esta queja, procediendo a su archivo.
De la información recibido desde la Consejería de Cultura se nos indica que:
“Actualmente la Consejería de Cultura está tramitando un contrato menor de servicios que tiene por objeto la realización una actividad arqueológica puntual en el yacimiento Barranco León, en el término municipal de Orce (Granada) y la redacción de un nuevo Proyecto General de Investigación que se ejecutará en el período 2017-2020. Para ello se a iniciar el procedimiento de contratación, de acuerdo con lo previsto en la vigente Ley de Contratos del Sector Público, procediéndose a solicitar ofertas a las Universidades públicas andaluzas que han participado activamente en los proyectos de investigación de Orce durante los últimos años. De las ofertas presentadas se procederá a la valoración tanto de los presupuestos presentados como de la solvencia del equipo científico propuesto, que, dada la exigencia de la investigación, será multidisciplinar y procederá de diversas instituciones, tanto nacionales como internacionales.
Asimismo, le comunico que la actividad programada para este verano es una excavación arqueológica en el mencionado yacimiento de Barranco León. Este yacimiento es clave por haber proporcionado variados vestigios de la presencia humana más temprana de la actual Europa, así como las interacciones entre las diferentes especies que componían la rica y abundante fauna que habitaba la Cuenca de Guadix-Baza hace 1,4 millones años”.
A partir de haber comprobado la continuidad de los trabajos y gestiones preparatorias de las campañas científicas sobre el yacimiento de Orce, procedemos a concluir nuestras actuaciones.
Esta Institución inició queja de oficio sobre protección de datos de carácter personal de los participantes en los procesos selectivos para el acceso al empleo público promovidos por la Administración de la Junta de Andalucía, especialmente de aquellos datos relativos a la discapacidad de los mismos.
I. La Administración de la Junta de Andalucía constituye la parcela mayoritaria del sector público andaluz, representando el 50 por ciento de los recursos humanos vinculados a los distintos servicios públicos (docente, sanitario, servicios sociales, administración general, instrumental y de Justicia, etc.), con un total cercano a los 250.000 empleados públicos (a los que se suman otros tantos pertenecientes a la Administración estatal, local y a las Universidades públicas), volumen profesional que en su dinámica de gestión da lugar a una ingente publicación de datos personales relacionados, fundamentalmente, con los procesos administrativos de selección para el ingreso en el empleo público y de provisión de puestos de trabajo, publicidad que se materializa en distintos medios (boletines y diarios oficiales en internet, sitios web institucionales y en otros medios electrónicos y telemáticos).
Este hecho hace que desde estos medios de publicidad, especialmente en aquellos situados en el espacio de internet, se estén vertiendo un desmesurado volumen de datos personales con una indudable proyección en otros ámbitos que exceden de los puramente administrativos en que se documentan, pudiendo afectar al derecho fundamental a la protección de datos de las personas garantizado por el artículo 14 de la Constitución, derecho regulado por la Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de Protección de Datos de Carácter Personal (LOPD).
El avance vertiginoso de las tecnologías de la información y las comunicaciones permite que a través sistemas o programas sea posible encontrar información en Internet, a través de los denominados “buscadores” (generales y especializados), herramientas que permiten a los usuarios de estas tecnologías localizar y acceder a la información disponible en internet de manera interactiva, al constar esta en bases de datos en archivos existentes en la red.
La potencialidad de estos buscadores (e incluso metabuscadores y multibuscadores), hoy convertidos en la puerta de acceso a la red y generadores de la mayor parte de su tráfico, nos la demuestra cualquier consulta a través del conocido buscador “Google”, que a través de sus indexadores automáticos permite conocer al instante datos personales publicados en internet y otros medios electrónicos y telemáticos, de tal manera que al introducir los datos personales de una persona física o jurídica, en cualquiera de las modalidades de búsquedas, se obtiene como resultado todos aquellos documentos o enlaces en que dichos datos consten. La indexación permanente y automática de los buscadores de información administrativa puede suponer una injerencia continuada y desproporcionada en el derecho fundamental a la protección de datos personales.
Por otro lado, el acceso a información pública y transparencia administrativa, aunque no esta configurado constitucionalmente como un derecho, encuentra una amplia regulación en la legislación administrativa como un derecho no absoluto (art. 37 de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común, Ley 11/2007, de 22 de junio, de acceso electrónico de los ciudadanos a los Servicios Públicos y Ley 1/2014, de 24 de junio, de Transparencia Pública en Andalucía) que tiene su contrapartida en el derecho fundamental a la protección de datos personales, que obliga a los poderes públicos a poner límites al acceso a información pública que se sustancie sobre datos personales obrantes en documentos administrativos y registros públicos.
A estos fulgurantes avances y beneficios tecnológicos trata el Derecho de dar una respuesta, para desde la norma hacer compatibles la publicación de información que contenga datos personales con la confidencialidad de dicha información.
En este sentido, constatamos cómo en los mecanismos de publicidad y acceso a la información administrativa de los distintos órganos administrativos suele circunscribirse, aparte de acceso ordinario a un registro público, a la publicidad en tablones de anuncios, intranet, espacios privados de internet, tablón de anuncios electrónicos en internet y publicidad a través de los diarios y boletines oficiales, igualmente, en internet.
II. En lo que a publicidad relacionada con los procedimientos selectivos, los distintos órganos competentes en materia de personal al servicio de la Junta de Andalucía (Instituto Andaluz de Administración Pública -IAAP,- Servicio Andaluz de Salud -SAS-, Consejería de Educación, etc.), tantos en sus fases intermedias de selección como en los resultados finales del proceso, publicitan los distintos actos de tramitación en tablones de anuncios, páginas web institucionales y en la propia página web del Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA), publicitaciones que hacen referencia al dato personal relativo a la discapacidad, con expresión, primero, del nombre y apellidos y el Documento Nacional de Identidad (DNI) y, a continuación, el dato relativo a la discapacidad de forma muy variada, según Cuerpos, especialidades y categorías.
Así en los procesos selectivos correspondientes a los Cuerpos y Especialidades de la Administración general se hace referencia a la discapacidad con la referencia “D” en el turno correspondiente, resultando individualmente identificados los aspirantes con discapacidad que hagan vales tal condición a efectos de acogerse al cupo de reserva.
En cuanto al personal docente, en el Cuerpo de Maestros el turno de acceso libre se referencia con la clave 01 y el turno de discapacidad con la clave 02, mientras que el los Cuerpos y especialidades de los Profesores de Educación Secundaria y otros Cuerpos (Música, Idiomas, etc.), vienen relacionados conjuntamente en un único listado bajo la expresión “Turno General y Reserva de Discapacidad”.
De esta forma los participantes en los Cuerpos de Maestros quedan identificados de forma indirecta, no así los aspirantes al resto de los Cuerpos docentes, en los que los participantes por dicho cupo no resultan identificados.
En cuanto al personal estatutario vinculado a las Instituciones sanitarias, en los procesos selectivos convocados por el Servicio Andaluz de Salud los participantes se expresan en los distintos turnos a través de las claves “L”, “P”, ”LM” y “LF”. La identificación de los participantes por el turno de discapacidad aparecen identificados indirectamente por la clave.
La publicidad de los procesos selectivos relativos a los Cuerpos de funcionarios de la Administración de Justicia, van referidos con expresión de “Sistema Reserva de Discapacitados”. Los participantes por el turno de discapacidad aparecen identificados y relacionados en un listado diferenciado.
Por último, en los procesos selectivos del Personal laboral de la Administración general de la Junta de Andalucía, ya se trate de procesos conjuntos (turno libre y turno de discapacidad) o de procesos exclusivos para las personas discapacitadas, la publicidad del dato relativo a la discapacidad va referido con la clave “D”. Tanto los participantes de los procesos conjuntos como los exclusivos para personas con discapacidad resultan identificables indirectamente por dicha clave.
En este sentido, nos dirigiremos a los distintos Centros Directivos exponiéndoles el estado de situación respecto a la publicidad del dato personal relativo a la discapacidad de las personas participantes, y en su caso seleccionadas, en los múltiples procesos selectivos que anualmente se convocan y resuelven en el ámbito de la Junta de Andalucía.
(…).
En base a estos antecedentes cabe formular las siguientes
Primera.- Marco regulador de la transparencia y protección de datos
En lo que a la transparencia se refiere, tanto la Constitución española como el Estatuto de Autonomía para Andalucía cuentan con diferentes preceptos que fundamentan la regulación de la transparencia. Así la Constitución española garantiza, de conformidad con el artículo 9.3 y 20.1. d), la publicidad de las normas y el derecho a recibir libremente información veraz de los poderes públicos y, conforme al artículo 105.b) de la Constitución española, el acceso de los ciudadanos a la información pública.
La legislación autonómica andaluza cuenta con antecedentes que regulan diversos aspectos de la transparencia. Especial mención merece la Ley 9/2007, de 22 de octubre, de la Administración de la Junta de Andalucía, que en su artículo 3 configura la transparencia como un principio general de organización y funcionamiento, y en el capítulo I del título IV regula los derechos de la ciudadanía ante la actuación administrativa.
Esta ley, en su art. 79 (“Publicidad y transparencia de la actuación administrativa”) dispone que “la actuación de la Administración de la Junta de Andalucía se desarrollará con el máximo respeto a los principios de publicidad y transparencia, sin perjuicio de las limitaciones derivadas del derecho a la intimidad o de otros derechos constitucionales que gozan de una protección específica. En atención a dichos derechos, la publicidad de los actos y procedimientos administrativos se realizará de acuerdo con el principio de proporcionalidad.”
En el ámbito estatal, el apartado 5 del art. 3 de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común (LRJAP) dispone que “en sus relaciones con los ciudadanos las Administraciones públicas actúan de conformidad con los principios de transparencia y de participación”.
No obstante, la norma nuclear corresponde a la Ley 19/2013, de 9 de diciembre, de transparencia, acceso a la información pública y buen gobierno, norma de carácter básico que regula el derecho de acceso a la información pública que, no obstante, ya ha sido desarrollado , con carácter general, en la citada Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común, que desarrolla en su artículo 37 el derecho de los ciudadanos a acceder a los registros y documentos que se encuentren en los archivos administrativos y en la Ley 11/2007, de 22 de junio, de acceso electrónico de los ciudadanos a los Servicios Públicos, a la vez que reconoce el derecho de los ciudadanos a relacionarse con la Administración por medios electrónicos, promueve una cultura de transparencia que impone la modernización de la Administración, la reducción de cargas burocráticas y el empleo de los medios electrónicos para la facilitar la participación, la transparencia y el acceso a la información, aspecto que encontrará su nueva regulación tras la próxima entrada en vigor de la Ley 39/2015, de 1 de octubre, del Procedimiento Administrativo Común de las Administraciones Públicas.
Frente a la más reciente regulación de la transparencia nos encontramos la consolidada regulación de la protección de datos.
Llegados a este punto, cabe decir que la normativa de protección de datos incorpora trabas al principio de transparencia administrativa. A este respecto es significativo que la propia LOPD omite referencia alguna al acceso a la información pública, haciendo una relación tasada a las que deben ser consideradas fuentes accesibles al público.
Desde la perspectiva de protección de datos de carácter personal la puesta a disposición de datos supone una cesión sometida a un régimen singular para los datos especialmente protegidos, entre los que se encuentran la salud, que conforme al art. 5.1 g) del reglamento (Real Decreto 1720/2007, de 21 de diciembre), datos que sólo pueden ser comunicados a un tercero para el cumplimiento de fines directamente relacionados con las funciones legítimas del cedente y del cesionario con el previo consentimiento del interesado, consentimiento que no es necesario cuando la cesión está autorizada en una ley (art. 11 LOPD).
La puesta en marcha de la Administración electrónica hace que la documentación administrativa sea sometida a tratamientos automatizados lo que implica que el acceso a información administrativa afecte al derecho fundamental a la protección de datos personales. Así, este respecto, cabe señalar que no basta la presencia de un dato personal para que entre en juego el derecho fundamental a la protección de datos personales, es preciso que estos se hallen registrados en un soporte físico que los haga susceptibles de tratamiento (art. 2.1 LOPD). En este sentido, la publicación de información que contenga datos personales a través de Boletines Oficiales o de sitios Web en Internet supone también un tratamiento de datos personales al ser una operación o procedimiento técnico que permite la cesión de datos de carácter personal (art. 3.g) LOPD).
Puede afirmarse que la normativa de transparencia administrativa encuentra un serio contrapeso en el derecho a la protección de datos de carácter personal. Así, la LOPD no ha contemplado como límite al derecho fundamental a la protección de datos personales un derecho de acceso a información administrativa sin interés legítimo ni previó una publicación generalizada de información administrativa con datos personales a instancia de la Administración.
A este respecto, el art. 55.2 del Estatuto Básico del Empleado Público establece que en el acceso al empleo público se garantizarán, entre otros, los principios de publicidad de las convocatorias y la transparencia, a la par que en el art. 61 se dispone el carácter abierto y de concurrencia competitiva de los procesos selectivos.
Por último, cabe señalar que el art. 59.6 b) de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas, habilita la sustitución de la notificación por la publicación cuando se trata de actos integrantes de un proceso selectivo o de concurrencia competitiva de cualquier tipo.
La doctrina jurisprudencial a este respecto, ponderando los intereses en juego, se decanta por hacer prevaler la garantía de publicidad y transparencia del proceso selectivo sobre el derecho a la protección de datos, como detalla la Sentencia de la Audiencia Nacional de 26 de abril de 2012:
“Obviamente, las garantías que exige el tratamiento de datos personales no puede servir para empañar o anular estas exigencias que obligan a que los procesos se conduzcan cumpliendo unas mínimas exigencias de transparencia y publicidad. La superioridad de estos otros valores aconseja que en este caso se entienda que no era exigible el consentimiento del interesado para el tratamiento del dato (...) y ello como garantía y exigencia de los demás participantes para asegurar la limpieza e imparcialidad del procedimiento en el que concurren (...)”.
El interés público que subyace bajo los principios rectores del acceso y provisión de puestos de trabajo en la Administración otorga legitimidad a la limitación del derecho a la protección de datos de carácter personal frente al derecho a la publicidad de los procesos selectivos, aspecto que debe de ser objeto de concreción en las normas de desarrollo, ya en los Reglamentos de acceso y provisión, ya en las bases reguladoras de las convocatorias, ya a través de órdenes e instrucciones a las Comisiones de selección o provisión.
Segunda.- La transparencia y la protección de datos en los procesos selectivos. Especial referencia a la protección del dato relativo a la discapacidad de los participantes.
Un simple estudio de las diversas normas reguladoras del ingreso en el empleo público dependiente de la Junta de Andalucía (ya funcionarial de la Administración general o de Justicia, personal docente y personal estatutario sanitario) nos permite constatar cómo los distintos reglamentos de selección o ingreso para cada uno de estos colectivos de servidores públicos, no establecen ninguna cautela o limitación respecto a la publicidad de los datos personales derivados de estos procesos, como tampoco del dato específico a la discapacidad de algunos de los aspirantes participantes o seleccionados y nombrados al final de los procesos.
Igual apreciación cabe deducir de las bases de las convocatorias, que si bien regulan de manera detallada las distintas fases de los procesos de acceso (solicitudes, requisitos, listas provisionales y definitivas de aspirantes, tribunales y comisiones de selección, fases de las pruebas selectivas, baremos, listas provisionales y definitivas de aprobados, nombramientos, etc.), nada añaden respecto al alcance de los datos personales que han de ser objeto de publicidad en cada una de las fases del proceso selectivo, conforme al marco jurídico de referencia.
En el marco regulatorio expuesto, la práctica administrativa resultante de estos procesos, tanto la que dimana de los tribunales o comisiones de selección (listas nominativas de admitidos y excluidos, listas de aspirantes que superan el proceso selectivo – por turnos libre, de promoción interna o de reserva de discapacidad-), como de los propios órganos administrativos competentes para la regulación de las convocatorias y sobre los nombramientos, evidencia la inexistencia de un tratamiento homogéneo sobre este particular, siendo la casuística en extremo variada, desde aquellas plenamente respetuosas con una adecuada publicidad de los datos personales y con establecimiento de límites respecto a la publicidad del dato personal relativo a la discapacidad, con otras prácticas inadecuadas de publicidad del dato relativo a la discapacidad, con identificación directa de tal circunstancia en los participantes en los distintos procesos selectivos.
La circunstancia del dimensionamiento del Sector Público Andaluz y de elevado número de participantes en las distintas ofertas de empleo público, unido a la intervención de distintos centros directivos y múltiples órganos de selección, aconseja que desde las distintas instancias se promueva una norma o protocolo de actuación, que normalice y de un tratamiento homogéneo a la protección del dato relativo a la discapacidad en el seno de los procesos selectivos de empleados públicos.
(…).
Así pues, cabe concluir resaltando la necesidad de reforzar la garantía del derecho fundamental a la protección de los datos de las personas (art. 14 CE), especialmente del dato referido a la discapacidad de los participantes en los procesos selectivos promovidos en el seno de la Junta de Andalucía en sus periódicas convocatorias de empleo público, de tal manera que la obligada publicidad de estos procesos se lleve a cabo con la menor injerencia sobre el derecho de la intimidad del dato relativo a la salud (discapacidad) de aquellos, promoviendo, en su caso, una Instrucción por parte de los distintos Departamentos o Centros Directivos.
En base a lo anteriormente expuesto, de conformidad con lo establecido en el artículo 29.1 de la Ley 9/1983, de 1 de diciembre, formulamos a las personas titulares de los Centros Directivos competentes en materia de personal, en las Consejerías y Agencias instrumentales de las Consejerías competentes en las materias de Administración Pública, Educación y Salud, la siguiente
RECOMENDACIÓN: Que se cursen las instrucciones necesarias en orden a que en los procesos selectivos que les afecten, ya de personal con carácter permanente (funcionario, estatutario o laboral) o temporal (bolsas de empleo), la publicidad del dato personal relativo a la discapacidad de las personas participantes en los mismos se realice con la menor injerencia posible.
Ver cierre de actuación de oficio
Jesús Maeztu Gregorio de Tejada Defensor del Pueblo Andaluz
Aprobada Prestación Económica para Cuidados en el Entorno Familiar (PECEF).
Los comparecientes señalaban que su hijo, de tres años, el día 14 de enero de 2015 le diagnosticaron un "Trastorno Espectro Autista, TGD, Idiopata", con un grado de Discapacidad del 37%. Expresaban la necesidad que tenían de que se resolviera con rapidez el expediente de dependencia que iniciaron mediante solicitud presentada en el Ayuntamiento de Tomares el 15 de junio de 2015, ya que el único ingreso de que disponían era la nómina del padre, y los gastos cuantiosos, entre clases de estimulación, logopedas y Autismo Sevilla, a lo que había que añadir que uno de los dos miembros de la pareja no podía trabajar, ya que el niño requería toda la atención de una persona.
Solicitamos informe a la Delegación Territorial de Igualdad, Salud y Políticas Sociales de Sevilla, señalando en su respuesta que el expediente de reconocimiento de la situación de dependencia se resolvió con fecha 27 de noviembre de 2015. Se le había reconocido la situación de Gran Dependencia. Finalizaba el informe señalando que se había remitido la Resolución a los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Tomares, donde se estaba tramitando la propuesta de Programa Individual de Atención.
En consecuencia, nos dirigimos al citado Ayuntamiento quien nos informó que la resolución de grado del expediente tuvo entrada en el Ayuntamiento el 4 de diciembre de 2015. Desde estos Servicios Sociales se realizó visita domiciliaria para realización de PIA el día 16 de febrero de 2016 y en conformidad con los representantes legales de la persona dependiente se gestionó documentación y elaboración del PIA en Netgefys para solicitar Prestación Económica para cuidados en el Entorno Familiar, que una vez validado por la Agencia de Servicios Sociales de la Junta salió del Ayuntamiento el día 7 de abril de 2016, teniendo entrada en el registro de la Junta el 8 de abril de 2016. Estaba, por tanto, pendiente de resolución de PIA por la Junta de Andalucía.
Según nos indicaron los interesados, desde el Ayuntamiento se pusieron en contacto con ellos para comunicarles esta circunstancia, por lo que, estando próxima la solución favorable del asunto planteado, dimos por concluidas nuestras actuaciones.
Se le otorga plaza en Centro para Personas Mayores Dependientes.
El interesado exponía que su madre tenía una discapacidad del 77%. Se encontraba ingresada en un centro de mayores desde el mes de junio de 2014. Su padre también tenía una discapacidad del 44% y no tenía nada más que su pensión de jubilación. La situación de su madre era muy delicada ya que padecía un trastorno esquizoafectivo y era muy difícil convivir con ella. Solicitaba nuestra intervención para la agilización de su expediente.
Solicitado informe a la Delegación Territorial de Igualdad, Salud y Políticas Sociales en Sevilla, de la respuesta recibida observamos que la afectada ya había sido reconocida como persona en situación de dependencia severa.
No obstante, la incoación de este expediente se produjo en 2014, por lo que se había acumulado un considerable retraso en el reconocimiento de la dependencia. Además, en el momento de la emisión del informe no se había comunicado a los servicios sociales comunitarios la resolución de reconocimiento de la dependencia para la elaboración de la propuesta de PIA.
Por dichos motivos, solicitamos a la citada Delegación Territorial la emisión de un nuevo informe. Recibido éste, se nos indicaba que con fecha 12 de noviembre de 2015 se resolvió mediante resolución el PIA por el cual se le reconocía el derecho de acceso a una plaza en un centro de mayores.
Al haberse resuelto favorablemente la pretensión del interesado, dimos por concluidas nuestras actuaciones.
Consigue plaza en residencia para personas mayores dependientes.
La interesada acudía ante nosotros ya que desde el día 23 de abril de 2014 tenía reconocido grado III de Gran Dependencia, y había tenido que ingresar en una Unidad de Estancia Diurna con carácter privado, a pesar de carecer de recursos para costearse ese servicio.
En el mes de abril recibimos contestación a un anterior informe que solicitamos a la Delegación Territorial de Igualdad, Salud y Políticas Sociales en Sevilla, en el que se nos informaba que, efectivamente, con fecha de 23 de abril de 2014 se le reconoció gran dependencia grado III, y que se había enviado dicha Resolución a los servicios sociales comunitarios de la Diputación de Sevilla (ZTS Sanlúcar la Mayor) para que iniciasen la elaboración de la propuesta de PIA, estando a la espera de recibir dicha propuesta de PIA.
Nos dirigimos al Ayuntamiento y éste nos contestó que con fecha de 11 junio de 2015 se registró el PIA en la Agencia de Servicios Sociales y Dependencia.
Debido a la avanzada edad de la afectada y a sus pocos recursos, considerábamos que se debía agilizar la realización del PIA y la concesión del recurso que le correspondiese, por lo que volvimos a dirigirnos a la citada Delegación Territorial, quien nos informó que con fecha 24 de junio de 2015 se aprobó el PIA mediante resolución por la cual se le reconocía el derecho de acceso a una plaza en una residencia de mayores, la cual estaba ocupando desde el 25 de junio de 2015.
Al haberse solucionado favorablemente la pretensión de la interesada, dimos por concluidas nuestras actuaciones.
Aprobado el PIA de la afectada.
El promotor de la queja exponía que en abril de 2014, a su madre le fue reconocida la situación de dependencia severa (Grado II), que se había solicitado 3 años antes.
En la fecha de la presentación de la queja, aún no tenía aprobado el Programa Individual de Atención; ni tan siquiera tenía constancia de que se hubiera iniciado la elaboración y tramitación del mismo. A este respecto, el promotor de la queja nos indicaba que el expediente de dependencia se encontraba en la Delegación Territorial de Igualdad y Bienestar Social de Granada, donde la misma residía y que, al parecer, el traslado del expediente a la Delegación Territorial de Sevilla se había demorado bastante tiempo.
El interesado también había solicitado la revisión del grado de dependencia de su madre por agravamiento de la situación de dependencia reconocida, y nos informó que tampoco este trámite se había resuelto.
Finalmente, exponía que la situación en la que se encontraba la familia era desesperada, pues debido a la avanzada demencia de la afectada, y a las cargas laborales de sus dos hijos, la habían tenido que ingresar en una residencia de personas mayores, con el agravante de que los recursos económicos de los que disponían estaban a punto de agotarse.
Solicitamos informe a la Delegación Territorial de Igualdad, Salud y Políticas Sociales en Sevilla y al Ayuntamiento de Dos Hermanas. Este último nos informó que con fecha 20 de Noviembre no constaba en la Delegación de Bienestar Social entrada del expediente relativo al reconocimiento de la situación de dependencia de la madre del interesado y que consultado el Servicio de Coordinación de la Junta de Andalucía, les informaron que el expediente se encontraba en el departamento de traslados de la Junta de Andalucía, y les confirmaron que la interesada estaba afectada con una dependencia en grado II nivel 1, reconocimiento que se le otorgó en el año 2012 en Granada y que en el año 2014 había cursado una revisión de este grado. Por parte de la Delegación municipal quedaron a la espera de la entrada por registro en el Ayuntamiento de Dos Hermanas del expediente de la afectada para proceder a la elaboración del Programa Individual de Atención.
La Delegación Territorial de Igualdad, Salud y Políticas Sociales en Sevilla, por su parte, nos informó que en primavera de este año, recibieron el expediente de la Delegación Territorial de Granada por traslado a Dos Hermanas y se estaba a la espera de resolver teniendo presente el volumen de solicitudes de traslados y el orden riguroso de entrada para el despacho de los asuntos tal y como disponía el artículo 74.2 de la Ley 30/92.
En cuanto a la solicitud de revisión de grado, consultadas las bases de datos no tenían constancia.
De la información obtenida dimos traslado al interesado para que alegase lo que estimase oportuno, informándonos que el asunto que nos había encomendado se había solucionado ya de forma satisfactoria.
En consecuencia, dimos por concluidas nuestras actuaciones.