El Defensor del Pueblo Andaluz quiere expresar su dolor y pesar por el trágico suceso que tuvo lugar en el día de ayer, 6 de febrero, en el que fallecieron nueve personas cuando intentaban llegar a territorio español. Y que en la mañana de hoy, sigue aumentando.
Se trata de una tragedia de gran magnitud que demanda políticas que primen los derechos humanos frente a cualquier otra consideración, que impida que se repitan estas dramáticas consecuencias. Es necesario cambiar aquellas leyes y aquellas prácticas que suponen un riesgo cierto para la vida de personas que no han cometido mayor delito que desear un futuro mejor para ellos y sus familias o escapar de la persecución y la miseria.
Nos cuesta aceptar que no sea posible encontrar procedimientos de gestión de los flujos migratorios que no supongan poner en riesgo la vida o la integridad física de los inmigrantes. Y mientras no se trabaje en otra línea, seguiremos siendo todos testigos, y cómplices, de este tipo de episodios.
Por ello, queremos hacer un llamamiento a toda la sociedad para que sea generosa con quienes llaman a sus puertas y no olvide que en estos momentos son muchos los españoles y andaluces que, por la crisis económica, están teniendo que emigrar a otros países en busca de las oportunidades que aquí se les niegan.
