Debido al fuerte impacto que está causando en los niños de todo el mundo tanto la crisis económica como las medidas de ajuste impulsadas por decenas de países, UNICEF insta a poner en marcha “una recuperación con rostro humano.”
La experiencia acumulada por UNICEF a lo largo de las tres últimas décadas, mediante análisis de situación y propuestas políticas para afrontar las sucesivas crisis económicas que han afectado a países de América Latina, Asia y África, le permite aportar un sólido conjunto de lecciones aprendidas, basadas en evidencias contrastadas y en recomendaciones políticas viables.
El informe "Por una recuperación con rostro humano" recomienda garantizar que las necesidades de los niños ocupan el primer lugar a la hora de decidir la asignación de los recursos disponibles; dar prioridad a los indicadores sociales que evalúan el impacto de la crisis en las personas y familias; y promover un amplio diálogo social y político a nivel nacional para encontrar la “fórmula” adecuada para salir de la crisis de una forma equitativa y sostenible.
El documento, realizado por el economista Tomás Jiménez y basado en contribuciones de expertos de todo el mundo coordinadas por UNICEF, destaca que las políticas de control presupuestario que tienen en cuenta de forma explícita las necesidades en materia de salud, nutrición, educación, empleo y vivienda dignos para los grupos de población más vulnerables, serán más adecuadas para proteger y promover el bienestar humano que aquellos planes que ignoran o consideran de forma secundaria o residual estas necesidades básicas. Esto significa que las políticas de ajuste y austeridad no sólo tienen que considerar si consiguen sus objetivos económicos sino también cómo los consiguen.
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